Un legado para la Memoria Colectiva

Tomando perspectiva, en un ejercicio de analizar con cierta serenidad lo que está pasando, hemos identificado algunos elementos que creemos van a perdurar un tiempo en la memoria colectiva. Elementos comunes, compartidos, como cuando todos vemos una misma película, con la singularidad que esta no solo la hemos visto, sino vivido. Y ¡cómo!

• Reposicionamiento de prioridades, a todos los niveles. En las personas porque nos damos cuenta de lo verdaderamente importante, que podemos evolucionar rápidamente a otras formas de trabajo, que podemos superar nuestras creencias limitantes, aunque en esta ocasión no está siendo de la mejor forma ya que el coste emocional y físico es enorme. En las empresas porque son más conscientes aún de la importancia de la aportación real de sus empleados, del impacto y significado que tienen como individuos y como equipo en los resultados de la organización.
• Vulnerabilidad, incertidumbre y miedo. Nos hemos dado cuenta de los vulnerables que podemos ser, esto nos ha llenado de miedo y nos ha sumergido en un océano de incertidumbres dejando inservibles dentro de las empresas a los famosos “forcast”, porque en estos momentos pocas cosas son predecibles en un negocio, sobre todo cuando la vuelta a la “nueva normalidad” no depende de nosotros, sino del contexto. Sin embargo, si aceptamos esta vulnerabilidad y dibujamos diferentes escenarios para darle cierta forma a la incertidumbre, estaremos mirando de frente al miedo, plantándole cara. Si logramos en las organizaciones liderar desde ahí, desde la humildad desde lo que somos, frágiles y vulnerables, pero también creativos, apasionados y resilientes; habremos salido fortalecidos de esta crisis.
• Evolución en los canales y formatos de trabajo. Ahora que el Covid-19 nos ha tirado a la piscina sin preguntarnos si sabemos nadar, que hemos probado de forma abrupta y caótica que muchos de nosotros podemos trabajar sin estar presentes físicamente, quizá ahora podamos pensar estrategias que nos permitan buscar el equilibrio entre los diferentes formatos y canales para lograr de verdad una mayor eficiencia y a la vez mayor bienestar y conciliación a los empleados.
• Humanismo y Solidaridad. Hemos descubierto la fortaleza de las personas y de la sociedad, hemos descubierto a nuevos héroes; sanitarios, transportistas, personal de supermercados, un largo etc., que han hecho que nos sintamos defendidos y atendidos.  Este es el espíritu que debe prevalecer y que no debemos olvidar cuando recordemos todo esto como una pesadilla. Es ahora cuando las personas y las empresas hemos de demostrar que estamos a la altura de las circunstancias.

Trabajemos juntos sobre estos elementos comunes que hoy todos vemos con claridad, solo así lograremos evolucionar hacia organizaciones más humanas, equilibradas y sostenibles capaces de sobrevivir a nuevos envites aún desconocidos.